miércoles, 1 de diciembre de 2010

Siempre quedan fuerzas para pasar de página.



Hoy me miras y no ves a la de antes. Aquella que en el día de la despedida estaba con el corazón desgarrado en sus manos y luchaba por contener sus lágrimas. Aquella que no quería alejarse de ti. Sin embargo hoy, ves que puedo estar lejos de ti. Y es que me he acostumbrado a que no estés. Me he acostumbrado a sonreír sin que tú seas el motivo.

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