Quererte es poco.

Y de repente, cuando había perdido toda la esperanza por sonreír apareciste tú. Cuando pensaba que ya no tenía razón para seguir tú me hiciste abrir los ojos y darme cuenta de que había algo más ahí fuera y que valía la pena seguir adelante. 

La experiencia me ha enseñado a no ilusionarme.

Y es que cuando te ilusionas y fallas llegan a destruírte las pequeñas ilusiones que tenías en menos de un segundo. Está mal ilusionarse, pero es peor seguir haciéndolo después de tanto tiempo y tantos golpes.

¿Lo mejor? Es no esperar nada, ni siquiera a que te sorprendan. Lo mejor es no querer a nadie y lo más importante, no aferrarse a nadie ni a nada. No enamorarse ni nada parecido...

Y hoy siento que ya no puedo más.

Hoy es uno de esos días en los que me levanto y lo único en lo que pienso es en tirar la toalla. En no levantarme de la cama y apretar mi cara contra la almohada para que no se me escuche llorar. Supongo que todo el mundo tiene un límite y yo no puedo más.

Quiero seguir luchando por mí, por ti y por todos los que me rodean pero no puedo. Dicen que querer es poder, pero no es más que otra cita más que intenta subirte el autoestima en un día de moral baja... Ya que vivimos rodeados de mentiras. De niños y niñas pequeñas que nacen y las crían con cuentos de príncipes y princesas que 'son felices y comen perdices'.

Nos quejamos cada vez que nos lastimamos pero es normal que nos quejemos si durante toda nuestra vida nos han criado en un mundo de ilusiones y mentiras... Y es que afrontar la realidad tras toda una vida soñando es difícil, y más cuando tú mismo te pones tus propios límites.

Di todo por nada.

Desde que nací hasta el día de hoy me he dado cuenta de que el ser humano ha sido creado para cometer el mismo error 100 veces y no rectificar nunca de éste. Para tropezar 2 o 200 veces con la misma piedra. Para caerse siempre en la misma esquina de la acera por la que pasa todos los días para ir al colegio o a trabajar. Para soñar en lugar de luchar por lo que uno quiere. Para perdonar lo imperdonable en numerosas ocasiones. Para derramar lágrimas en público para que nos den el cariño que sentimos que no recibimos.

Y sí, hablo del ser humano en general refiriéndome a mí.

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El problema es haber vivido la misma situación mil y una veces y no haber aprendido una mierda.

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Se me ocurren mil cosas que decirte esta noche que te hagan sentir mejor, pero lo único que sale de mi boca es 'quizás te merezcas algo mejor que yo...'

All she knows.

She knows better but
She can't help it
Wanna tell her
But would that be selfish
How do you heal
A heart that can't feel, it's broken
His love is all she knows, all she knows, all she knows
His love is all she knows, all she knows, all she knows

(Es la puta canción más bonita del mundo.)

Fuiste, eres y serás.

Aunque pase el tiempo, aunque pasen las ganas, aunque pasen otros. Aunque tu cielo ya no sea mi cielo. Aunque tus locuras ya no sean como las mías. Aunque me refugie en otros brazos, aunque te pierdas en otros ojos. Aunque mi vida se aleje de la tuya, y no volvamos a encontrarnos y ya nos quede muy lejos el camino de regreso.
Aunque ya no escuche tus palabras, aunque te hayas olvidado de mi voz. Aunque todo siga pasando, aunque mi piel se erice con otro calor. Aunque tus manos recorran otro cuerpo, y ya no te acuerdes de mí.
Aunque mi mundo gire en un sentido distinto al tuyo y en mis caminos no encuentre ni el eco de tu voz. Aunque estemos así tan lejos, tan olvidados tratando de recuperar lo que el pasado se llevó. Aunque te haya perdido y no recuerde cómo y por qué.
Aunque desaparezcas bruscamente así como apareciste irrumpiendo mis días, mi vida, todo lo que era y hoy ya no compartamos siquiera el mismo aire. Fuiste esperanza cuando ya no había, fuiste sueños entre realidades que lastimaban. Fuiste amor cuando ya no sabía amar. Fuiste tú que sin razones dejaste una razón en mí…

En ocasiones el saber no sirve de nada.

Hasta el día de hoy he conocido a muchos chicos pero a muy pocos hombres. He dicho “te quiero” a la misma persona que terminé odiando y le dije “te amo” a la persona que todavía estoy olvidando. En ocasiones pienso que no existe hombre adecuado para mí, aunque quizás si exista y yo no lo vea… Quién sabe. Lo único de lo que estoy segura es de que hasta lo de ahora sólo he podido ver a ese hombre cuando he cerrado los ojos.

No quiero que me importes, en cambio sí quiero importarte.

Te hablo de ese sentimiento que pocos conocen pero del que muchos hablan. Te hablo de ese sentimiento que está en boca de muchos pero en corazones de pocos. Te hablo de esa sensación estúpida que te invade el cuerpo y provoca que esboces sonrisas incluso en los momentos más inesperados. Te hablo de aquello que significa nada para muchos, todo para otros. Te hablo de algo que ocurre cuando menos te lo esperas y te coge por sorpresa. Te hablo de algo inigualable. Te hablo de eso que todavía no conoces porque no sabes expresarte por el miedo al que dirán. Te hablo de esa sensación que de vez en cuando ocupa tus pensamientos y tú haces lo imposible por evitar que sea así. Te hablo del amor idiota, ese amor semejante al amor rutinario que ha existido siempre pero con la diferencia de que aquí gana el miedo en lugar de los sentimientos, lo que provoca el silencio mutuo entre dos personas que se quieren que finalmente, termina en ignorancia.

Dulce pero doloroso amor.

Pulso cabeza, corazón y razón. La primera lágrima cae sin que nadie le diga que lo haga. Moja mi mejilla y cae en mi vaquero levi's. La segunda cae por orden de la prima y el resto por inercia. Por impotencia. Por orgullo. Por amor.

Actualmente sólo puedo decir, lo siento.

Perdóname por haberte abrazado cuando nunca me lo habías pedido. Perdóname por renunciar a algunas de las cosas más preciadas que tenía por ti. Perdóname por mentir a cambio de tu amor. Perdóname por haberte besado sin que existiera el tiempo… Por haber llorado tu marcha durante noches en las que nunca llegaba el mañana, por serte sincera cada día que pasaba, por reírme contigo y nunca de ti, por sentir celos cuando otra se acercaba a ti aunque simplemente fuese para saludarte… En definitiva, perdóname por aparecer en tu vida y haber sido tan cruel de haberte querido como todavía nadie lo ha hecho y dudo que haga…

Siento no entender porque siento lo que siento.

-Ayer bebiste demasiado, ¿recuerdas algo?
-Lo único que recuerdo que te eché de menos..

La vida no es de color de rosa, tal y como muchos la pintan.

Tropiezas, te caes y lloras. Lloras porque te sientes estúpida, pero sobre todo porque te duele que la vida nunca te haya regalado nada que no hayan sido golpes. ¿Será este mi destino? Quién demonios lo sabe...Personalmente yo no creo en el destino, eso es cosa de ingenuos... Al igual que el simple hecho de creer en la suerte. Que ilusos aquellos que creen que ésta existe... Si de verdad existiese la suerte sería más justa en lugar de tan puta.

La vida no se basa en la suerte como creen muchos así que... ¡Despertad! La vida se basa en actos, en fallar, en llorar, en actuar, en caminar, en correr y en no rendirse ante ninguna circunstancia, pero por encima de todo se basa en aprender a valorarte y a darte cuenta de que no existe peor enemigo que uno mismo, ya que nosotros mismos nos buscamos cada problema, sin embargo, nos parece mucho más fácil culpar a otros de lo que en verdad nos pasa.

Así es la vida, injusta y dolorosa, pero es así.

¿Sabes?

Me cansé de todo. Me cansé de esperar lo que sé que nunca va a llegar. Me cansé de luchar. Me cansé de fingir sonrisas. Me cansé del amor. Me cansé de la rutina. Me cansé de los Lunes. Me cansé de regalar amor pero sobre todo me cansé de la mentira, del engaño, del hoy "te quiero a ti" mañana quiero a muchas más.
El amor de desesperados no va conmigo y esta vez ni mi corazón ni yo vamos a estar detrás de ti.

No existen los príncipes azules ni tampoco la perfección.

¿Existen sin embargo los finales felices y los chicos románticos?

Y es que si te quiero no tengo reparo en decirlo.

Levantarme una mañana y poder acariciar tu cara y despertarte con un beso en lugar de con un simple “buenos días”…

No soy perfecta, pero intento serlo por ti.

Perdona mis malas contestaciones, mis momentos de indecisión, mis estupideces… Perdona todas esas pequeñas cosas que sé que te molestan pero sobre todo, perdóname por quererte más cada día que pasa cuando no soportas que sea así.

No te arrepentirás de quererme.

Te protegeré de los peligros de la vida. Te cuidaré cuando nadie lo haga. Te abrazaré cuando menos te lo esperes. Te aconsejaré lo mejor que sepa para intentar buscar tu felicidad. Te sonreiré mil veces al día para que así tú también lo hagas. Te miraré desde la lejanía mientras pienso en cómo ha podido pasar el conocerte y al poco tiempo empezar a quererte. No es esto amor, quién sabe que es. Lo único que sé es que esbozo sonrisas aunque no haya motivos, aunque las cosas vayan mal, las lágrimas parecen no querer caer...

Quererte sí, pero en silencio.

Nunca supuso un problema para mí ser sincera hasta que apareciste tú. Nunca sé que piensas ni tampoco sé cuando debo creerme tus palabras bonitas. Te pregunto si mientes y dices que no es así, pero le has dicho lo mismo a otras muchas. Perdóname por no creerte, por intentar entenderte, por quererte… Mi intención nunca fue la de quererte, ¡te lo prometo! Me gustaría no hacerlo pero cada día que pasa lo hago un poco más. No sé si es porque me estoy dejando llevar, quién lo sabe… Nadie lo sabe con certeza.

No te mereces mi querer, por eso en silencio “te quiero”.

¿Qué pensarías de mí si te dijese que eres algo más desde aquella noche llena de palabras sinceras y caricias bajo las sábanas? Seguramente te reirías, ya que tú no te enamoras, sólo disfrutas del momento sin importante nada el sentimiento… Eres frío por fuera y ardiente y dulce por dentro. Rebosas egocentrismo por fuera y por dentro guardas miles de palabras sinceras y bonitas que no dices en voz alta por aparentar y porque a ti el rollo “cursi” no te va.

Puedes decirme mil y una veces que no eres celoso que no le lo creeré, ya que no dejas que cualquiera se acerque a mí. Puedes seguir así, ocultando lo que sientes, ¡no me importa! Algún día, en alguna de esas llamadas diarias que solemos tener o en alguna de nuestras charlas de horas y horas tanto silencio te jugará una mala pasada y dirás cosas que nunca esperarías decir a una chica, o mejor dicho, a mi.

Abrázame.

Ya puedes soltarme, no quiero que te enamores, no quiero enamorarme. Limitémonos a disfrutar de esto que tenemos sin necesidad de enamorarnos, no quiero que nos hagamos daño.

Sería capaz de ofrecerte el cielo si tú quisieses.

Sería capaz de hacer que sonrieses cuando sólo quieres llorar, e incluso podría llegar a ser lo que tú quisieses que fuera. Intentaría asemejarme a una diosa dándote la felicidad absoluta todos los días de tu vida. Te protegería de las malas pasadas que juega la vida. Te mimaría desde cada rincón de tu casa y te susurraría miles de palabras bonitas mientras se escucha tu respirar una y otra vez sobre la almohada de tu cama...

Me enamoré de ti con tan sólo mirarte a los ojos.

Una mirada tuya conseguía ponerme roja.

Si no te tengo aquí entre mis brazos, reviento...

Todas las mañanas sonaba la misma melodía, su voz.

“Buenos días princesa” sonaba a mentira cuando me lo susurrabas al oído cada mañana. Ahora ni tan siquiera suenan tus mentiras desde que te has ido. No suena nada más que el vacío que tú dejaste en mi cama.

Lo siento, yo no escogí quererte.

-¿Qué tiene ella que no tenga yo?

-Ella no le quiere.

-Entonces… ¿Por qué están juntos? Lo normal es que para estar con alguien, ¡tienes que quererlo!

-Tú lo has dicho, lo normal es eso. A él le encanta todo lo que se aleja de la realidad, de la rutina… Y a ella le encanta dejarse llevar.

Merece la pena no perder la sonrisa en malos momentos. Te lo aseguro.

Dejémonos de tonterías, de niñeces y vamos a disfrutar. Que la vida son 2 días, ¡y no los pienso desperdiciar!

Siempre dije que las cosas no venían solas, mantengo mi idea.

En ocasiones hay que buscarlas y rebuscarlas, e incluso cuando parece que has encontrado eso que tanto ansiabas te das cuenta de que todavía no. Y sigues buscando, y te cansas y te rindes, y bajas la cabeza mientras piensas, ¿qué estoy haciendo con mi vida? Y la levantas, te llenas de orgullo y valentía y sigues buscando con más fuerza que antes, con la diferencia de que ahora buscas sin miedo a que no aparezca, si no con la esperanza de que antes o después aparecerá.

¿Qué es eso que tanto buscas? Preguntan muchos. ¿Amor? ¿Felicidad? ¿Una meta? Quién sabe. Busca, busca, rebusca y vuelve a buscar. Camina, aprende, levántate, tropieza, cae, disfruta, ríe, llora, ¡vive! Pero ante todo una vez más, ríe. Ríe como si fuese el último día que lo haces.

Nunca creí en los finales felices, ¿tendría que hacerlo ahora?

Acaríciame y olvídate de todas las miradas que se están centrando en nosotros. Imagina que solo estamos tú y yo.

Cuentos de hadas que no tienen principio ni final, tan sólo desarrollo, historia.

Sin querer te echo de menos. Añoro los pocos abrazos que me has dado y los pocos besos con los que me has callado. Te necesito sin querer que sea así. Estás en mi cabeza desde que me levanto hasta que me acuesto. Te quiero sin saber cuando empecé a quererte.

Con tan sólo una sonrisa, pueden alegrarse muchas vidas.

Esa sonrisa traviesa que esconde más felicidad de la que refleja. Esa sonrisa de niña. Esa sonrisa de mujer.

Tantos pulsos, esfuerzos, pasos, caminos y metas alcanzadas para de nuevo acabar rendida en el suelo.

Poco a poco quienes me rodean van cayendo en las redes del amor, en cambio yo las esquivo, las rompo y en ocasiones ni las rozo...