lunes, 28 de marzo de 2011
Quererte sí, pero en silencio.
Nunca supuso un problema para mí ser sincera hasta que apareciste tú. Nunca sé que piensas ni tampoco sé cuando debo creerme tus palabras bonitas. Te pregunto si mientes y dices que no es así, pero le has dicho lo mismo a otras muchas. Perdóname por no creerte, por intentar entenderte, por quererte… Mi intención nunca fue la de quererte, ¡te lo prometo! Me gustaría no hacerlo pero cada día que pasa lo hago un poco más. No sé si es porque me estoy dejando llevar, quién lo sabe… Nadie lo sabe con certeza.
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